Un ventilador de techo opera de un modo distinto, según se utilice en verano o invierno. En verano, el ventilador genera una brisa que en contacto con nuestra piel produce una sensación de frescor. Esto es porque el movimiento del aire estimula la transpiración, que es uno de los mecanismos naturales que tiene nuestro cuerpo para bajar su temperatura. Por lo tanto, un ventilador no enfría el aire, aunque el efecto puede ser de un descenso de 4 grados.
En invierno, el principio de funcionamiento es distinto. En "modo invierno" (es decir, con las aspas girando en sentido contrario) el ventilador fuerza hacia abajo el aire caliente acumulado en el techo de la habitación, por lo que el gradiente de temperaturas se homogeiniza y la temperatura media del recinto aumenta. Cuanto más alto sea el techo, más gradiente de temperaturas existirá y por lo tanto más impacto tendrá el ventilador de techo.
Función invierno
La función invierno, disponible en algunos modelos, es un interruptor que permite al ventilador girar en sentido contrario. Durante el verano, las aspas giran de manera que impulsan el aire hacia abajo -sentido contrario a las agujas del reloj-, produciendo una brisa que es la que nos aporta sensación de frescor. En los meses fríos del año, con la "función invierno" podemos hacer girar las aspas en sentido inverso -sentido de las agujas del reloj-. En este modo, el ventilador forzará la recirculación del aire caliente atrapado en el techo de la habitación hacia abajo, de manera que conseguiremos ahorrar en costes de calefacción y conseguiremos un mayor confort.
Un ventilador de techo consume menos que una bombilla de 100 W. Puedes ahorrar hasta un 45% de energía en verano -comparado con un aire acondicionado- y un 15% en invierno -debido a la redistribución de aire caliente atrapado en el techo-.
Aire acondicionado y ventiladores de techo
Los ventiladores de techo y el aire acondicionado no son incompatibles. Al contrario, en situaciones donde el calor aprieta, lo ideal es utilizarlos ambos a la vez. Un aparato de aire acondicionado proyecta aire frío pero no es eficiente a la hora de repartirlo. El resultado és que nos encontramos con zonas frías y zonas calientes en la habitación. Por contra, un ventilador de techo está diseñado para mover el aire, con lo que mezcla de manera óptima el aire frío y el caliente produciendo un mayor confort y un ahorro en consumo eléctrico (ya que consigues la misma temperatura media aumentando la temperatura del termostato del aire acondicionado).